Juan José pregunta:
Padre,
Veo que muchas veces se habla de padres que son diocesanos y otros que son religiosos. ¿Me puede explicar cuál es la diferencia entre uno y otro?
Querido Juan José,
Jesucristo ha querido llamar a algunos hombres para que continúen su misión haciendo presente su sacrificio a los hombres a través de la celebración de la Eucaristía y de los sacramentos. Su misión fundamental es apacentar al rebaño de Cristo, haciendo las veces del Señor, que es el Buen Pastor por excelencia. Son los sacerdotes.
Ahora bien, un sacerdote puede pertenecer a una diócesis, que es, por decirlo en modo simple, una zona geográfica en la que la Iglesia peregrina, y que está presidida por un obispo, sucesor de los apóstoles. El sacerdote diocesano recibe el sacramento del orden para apacentar esa porción de la Iglesia. Se suele formar en el seminario de una diócesis y está a la entera disposición del obispo diocesano. El sacerdote diocesano hace una promesa de castidad al recibir el diaconado (lo hacen también los religiosos) y de obediencia a su obispo. En cuanto a su espiritualidad, cada sacerdote diocesano puede elegir la que más le ayude: algunos buscan ellos su propio camino, otros se suman a la espiritualidad franciscana, o carmelita, o del Opus Dei, o del movimiento de los Focolares, o de los jesuitas, o del Regnum Christi, o de muchas otras realidades en la Iglesia.
Por otra parte, el sacerdote religioso, además de los compromisos propios del estado sacerdotal, se vincula a una congregación u orden aprobada por la Iglesia a través de los votos de pobreza, castidad y obediencia y el compromiso de vivir según unas Constituciones o Reglas de su instituto. Viven en comunidad y tienen un superior. Dependen también del obispo en el ejercicio de su apostolado, en la fidelidad a la doctrina de la Iglesia, etc. pero en la vida interna de su comunidad dependen más bien de su superior.
El sacerdote religioso participa del carisma de su comunidad o congregación. Así, además de ejercer su ministerio sacerdotal, la labor de su congregación y la misión que le confía colorea toda su vida: atención a los enfermos, a los más pobres, educación de la juventud, formación de otros sacerdotes, investigación, etc. También pueden colaborar con los obispos diocesanos en sus parroquias.
No sé si esto te ayude a ver las diferencias. Aunque las hay, tanto religiosos como diocesanos tienen también muchas cosas en común, pues participan del único sacerdocio de Cristo y gozan de la misma fraternidad sacerdotal en las diócesis.
Puedes profundizar más en esto leyendo los documentos del Concilio Vaticano II que se llaman Presbyterorum Ordinis y Perfectae Caritatis.
Cuenta con mis oraciones,
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