miércoles, 9 de julio de 2008

MONJES AUSTRIACOS CONVERTIDOS EN ESTRELLAS DE LA MÚSICA


(RD/Efe).-Los monjes austríacos de la Abadía de Santa Cruz son miembros de una congregación religiosa de 900 años de historia y, desde que lanzaron su primer disco, 'Chant. Music for paradise', también son estrellas del pop interpretando cantos gregorianos con los que 'encontrar la esencia de la vida'.
Ahora compiten en las listas musicales de su país y las del potente mercado británico con Amy Winehouse y Madonna, un cambio radical que ocurrió 'por providencia divina', ha asegurado hoy a EFE el padre Karl Wallner, uno de los monjes cirtescienses protagonistas de este álbum y encargado de la página web y de la promoción de este disco, que ya está a la venta en España.
Durante la entrevista, el monje se presta sin complejos a posar con su hábito y su disco en la mano y se mueve con naturalidad entre focos, cámaras y micrófonos: 'Cuando el año pasado el Papa Benedicto XVI vino a visitarnos ya me encargué de tratar con los medios de comunicación', explica Wallner, quien se sumó a la congregación con 18 años.
El coro de este monasterio, ganador del concurso que Universal convocó en Reino Unido para grabar un disco de música sacra, 'nunca quiso fama o dinero', defiende : 'Nos gustaría que nuestra música curara a la gente, que lleve riqueza al alma de las personas, que en la sociedad actual está vacía en muchos casos'.
El éxito de 'Chant. Music for Paradise' -sólo dos artistas de Austria han llegado a estar entre los diez discos más exitosos en Reino Unido- no ha granjeado ninguna crítica por parte de las institución eclesiástica a estos 17 monjes, algo lógico si se tiene en cuenta que las grabaciones musicales del Papa Juan Pablo II son unas de las más distribuidas, que no vendidas, en la historia de la música.
Aunque no está en sus planes hacer una gira internacional: 'Sólo pueden escucharnos en directo los que se acercan a vernos al monasterio. Es el entorno ideal para esta música, pero tendrán que venir a las cinco de la mañana, que es cuando cantamos', apunta no sin cierta sorna Wallner, quien asegura haber rechazado propuestas como cantar en la Catedral de Milán 'y otras más divertidas como diversas cenas de empresa'.
Lo cierto es que su música también pude escucharse en su página web, que ellos mismos han habilitado y donde se han encargado de colgar archivos de audio en formato mp3.'No somos alienígenas ni seguimos tallando sobre piedra', explica divertido el padre Wallner, que con 45 años es el de mayor edad del monasterio.
Internet también le sirvió para conocer a muchos de los artistas con los que competían en las listas: 'Ni siquiera sabía quien era Amy Winehouse, pero decidí buscar su nombre en la Red para conocer su historia. Ahora rezo por ella todos los días', asegura el monje austríaco, de nuevo entre la solemnidad y la ironía.

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