EL BUEN SAMARITANO
Evangelio según Lucas, capítulo 10
25 Un maestro de la Ley, que
quería ponerlo a prueba, se levantó y le dijo: «Maestro, ¿qué
debo hacer para conseguir la vida eterna?»
26 Jesús le dijo: «¿Qué
está escrito en la Escritura? ¿Qué lees en ella?»
27 El hombre contestó: «Amarás al Señor
tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas
y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo.»
28 Jesús le dijo: «¡Excelente respuesta! Haz eso
y vivirás.»
29 El otro, que quería justificar su pregunta, replicó:
«¿Y quién es mi prójimo?»
30 Jesús empezó a decir: «Bajaba un hombre
por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de
unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y
se marcharon dejándolo medio muerto.
31 Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote;
lo vió, dio un rodeo y siguió.
32 Lo mismo hizo un levita que llegó a ese
lugar: lo vio, dio un rodeo y pasó de largo.
33 Un samaritano también pasó por aquel camino
y lo vio, pero éste se compadeció de él.
34 Se acercó, curó sus heridas con aceite
y vino y se las vendó; después lo montó sobre el animal que
traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo.
35 Al día siguiente sacó dos monedas y se
las dio al posadero diciéndole: «Cuídalo, y si gastas más, yo te
lo pagaré a mi vuelta.»
36 Jesús entonces le preguntó: «Según tu
parecer, ¿cuál de estos tres se hizo el prójimo del hombre que cayó
en manos de los salteadores?»
37 El maestro de la Ley contestó: «El que
se mostró compasivo con él.» Y Jesús le dijo: «Vete y haz
tú lo mismo.»
No hay comentarios:
Publicar un comentario