Anoche me dormí con los ojos hinchados de llorar después de ver el documental El bebé de Alison, de Documentos TV emitido por la 2 de TVE.
El programa descubría la asombrosa vida cotidiana de una artista británica, Alison Lapper, una mujer con un cuerpo pequeño y deforme que nació sin brazos, junto a su hijo Parys, desde el embarazo hasta que el bebé cumplió 9 meses.
Abandonada por su novio cuando quedó embarazada, Alison decidió seguir adelante a pesar de las dudas y el temor de que el bebé heredara su deficiencia. Por suerte, París nació perfectamente sano, ella le dió el pecho un buen tiempo y continuó con su trabajo como pintora, como cualquier madre independiente. Aunque la vida se lo ha puesto difícil, es admirable como el instinto y la voluntad de esta mujer le permitieron criar a su hijo con total naturalidad.
Lo increíble era ver cómo, a pesar de la deformidad de Alison, Parys sonreía, jugaba y hacía su vida de lo más normal, como cualquier bebé. Para él, como para todos los bebés, su madre es su referente máximo de amor sin importarle si es pequeña, alta, guapa, fea o si le faltan los dos brazos.
Aunque naturalmente contaba con ayuda, Alison acababa el día agotada, y no es para menos. Lo que para nosotras es un simple gesto cotidiano como calentar el biberón, cambiar un pañal o vestir al bebé, para Alison significa toda una hazaña. Bien merecida tiene la escultura dedicada a ella, llamada “Alison Lapper embarazada”, realizada por el artista inglés Marc Quinn cuando esperaba a Parys que desde mediados de septiembre está ubicada en Trafalgar Square de Londres. Yo le haría un monumento.
Lo que más me emocionó del documental fueron las clases de natación (a las que asistían dos veces por semana), cuando Parys se acostaba encima de Alison y se dejaba llevar, confiando que nada la pasaría junto a su madre, aunque no hubiera brazos que lo sostuvieran.
Antes de dormirme sentí la necesidad de ir a abrazar a mi hija que dormía plácidamente en su cuna ajena a mi huracán de sentimientos. Y pensé: lo que daría Alison por poder abrazar a su bebé.
El programa descubría la asombrosa vida cotidiana de una artista británica, Alison Lapper, una mujer con un cuerpo pequeño y deforme que nació sin brazos, junto a su hijo Parys, desde el embarazo hasta que el bebé cumplió 9 meses.
Abandonada por su novio cuando quedó embarazada, Alison decidió seguir adelante a pesar de las dudas y el temor de que el bebé heredara su deficiencia. Por suerte, París nació perfectamente sano, ella le dió el pecho un buen tiempo y continuó con su trabajo como pintora, como cualquier madre independiente. Aunque la vida se lo ha puesto difícil, es admirable como el instinto y la voluntad de esta mujer le permitieron criar a su hijo con total naturalidad.
Lo increíble era ver cómo, a pesar de la deformidad de Alison, Parys sonreía, jugaba y hacía su vida de lo más normal, como cualquier bebé. Para él, como para todos los bebés, su madre es su referente máximo de amor sin importarle si es pequeña, alta, guapa, fea o si le faltan los dos brazos.
Aunque naturalmente contaba con ayuda, Alison acababa el día agotada, y no es para menos. Lo que para nosotras es un simple gesto cotidiano como calentar el biberón, cambiar un pañal o vestir al bebé, para Alison significa toda una hazaña. Bien merecida tiene la escultura dedicada a ella, llamada “Alison Lapper embarazada”, realizada por el artista inglés Marc Quinn cuando esperaba a Parys que desde mediados de septiembre está ubicada en Trafalgar Square de Londres. Yo le haría un monumento.
Lo que más me emocionó del documental fueron las clases de natación (a las que asistían dos veces por semana), cuando Parys se acostaba encima de Alison y se dejaba llevar, confiando que nada la pasaría junto a su madre, aunque no hubiera brazos que lo sostuvieran.
Antes de dormirme sentí la necesidad de ir a abrazar a mi hija que dormía plácidamente en su cuna ajena a mi huracán de sentimientos. Y pensé: lo que daría Alison por poder abrazar a su bebé.
Para ver vídeo de Alison Lapper, pincha en el siguiente enlace:
1 comentario:
Sobre el video que hemos visto hoy en clase de Religión, sra ha defendido a Alison sobre la decision de tener un bebe...
A mi me parece muy egoista por la parte de la protagonista del video, y si el niño sale con alguna enfermedad o deformidad?
Yo creo que solo queria tener el niño para demostrarle a la sociedad que puede ser como el resto, pero para nada mas, solo para utilizarlo como un objeto para conseguir su objetivo ( que la vean como una mas en la sociedad sin discriminación alguna)
si vale, pero y si el niño tiene alguna enfermedad grave lo que sea, tendria que estar sufriendo toda su infancia, muchos años soportando cosas, y a mi ver no vale la pena.
Anónimo.
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