domingo, 7 de septiembre de 2008

Lewis Hamilton, líder de la Fórmula 1: “Siento mi fe católica muy cercana”




El corredor británico se suma a la lista de figuras del deporte, la cultura y el espectáculo que reconocen públicamente su fe

No es la primera vez que destacamos la figura de algún gran deportista y de estrellas del mundo de la cultura, el espectáculo o el entretenimiento que se declaran creyentes. El corredor de Fórmula 1 Lewis Hamilton se suma a esa lista y asegura que es piloto porque Dios así lo ha querido.

“Siempre he sido religioso y soy católico”, afirmó recientemente en Alemania ante unos invitados de McLaren, la escudería para la que corre, según información publicada por El País Semanal el pasado 24 de agosto.

“Cuando era muy pequeño, íbamos cada semana a la iglesia. Pero cuando empecé a competir no podía, porque tenía carreras. No sólo mi familia inmediata, también mis tías, mis primos, todos somos muy religiosos. Y siento mi fe como algo muy cercano, especialmente estos últimos dos años. Por eso hablo de ella tan libremente”, aclara en esa publicación.

Así, Hamilton no tiene reparo alguno en reconocer su condición cristiana, al igual que antes lo hicieron otros personajes públicos como el también corredor de fórmula 1 Robert Kubica, los futbolistas Kaká y Franz Beckenbauer, los cantantes Lenny Kravitz y Bono (U2), o la supermodelo Adriana Lima.

La familia y “mantener los valores”

A sus 23 años, el actual líder del Gran Premio de Fórmula 1 tiene claros sus orígenes y los peligros de la fama: “Hay que ser muy fuerte para soportar todo lo que comporta el acoso de los medios de comunicación y no permitir que ni eso, ni el dinero y la fama acaben cambiando tu vida”, asegura.

“Lo más importante es mantener los valores y las creencias. Si no, todo eso resultaría insoportable. Creo que mi familia me educó bien y, por tanto, no veo ninguna razón para cambiar. Intento mantener las cosas de mi vida igual que siempre”, dice con convicción.

Hamilton dice que residir en Suiza le permite aislarse de cualquier crítica y añade que permanece muy unido a su familia, que le ayuda profesionalmente. Su padre es al mismo tiempo su representante. Su madrastra se ocupa de gestionarle los billetes de avión y toda la logística indispensable para un piloto de F-1.

“Mi familia tiene un papel crucial en mi vida y siempre lo ha tenido. No podría pasar ni un día sin ellos. Son mi equipo de apoyo, me ayudan, me cuidan y me liberan de parte del estrés que produce ser piloto de F-1”, asegura.

La relación con su padre es intensa y fue él mismo quien se encargó de negociar la ampliación del contrato de su hijo con McLaren y el acuerdo con Reebok.

Al mismo tiempo, su hermano Nicholas, que nació con una parálisis cerebral que le dejó algunas secuelas físicas, sigue siendo su principal fuente de inspiración.

“Es una de las mejores personas que conozco y creo que todos en la F-1 reconocen que es un personaje increíble. Es maravilloso. Muy maduro a sus 16 años. Y me enseña muchas cosas, aunque soy su hermano mayor y se supone que él debería aprender de mí”, asegura.

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