miércoles, 17 de septiembre de 2008

Anciano argentino sigue los pasos de su hijo y se ordena sacerdote

Anciano argentino sigue los pasos de su hijo y se ordena sacerdote

.- La agencia AICA recogió el testimonio de Raúl Arturo Vera, un hombre de 75 años, viudo, padre de dos hijos –uno casado y otro sacerdote– y abuelo de dos nietos. Esta noche, el tenaz anciano será ordenado sacerdote en la diócesis de Río Cuarto.

El cordobés, que trabajó desde los 18 hasta los 65 años en el correo, relató a la publicación "El Zonda" que su camino al sacerdocio comenzó con su Primera Comunión. "Aquel momento siempre lo tengo presente porque después unos amigos me invitaron a integrarme a un grupo de la parroquia. Posteriormente integré las secciones de la Acción Católica Argentina", señaló y recordó que todos los años para Semana Santarealizaban misiones en diferentes capillas donde no había celebraciones presididas por un sacerdote.

Fue en una de estas misiones que conoció a Graciela, su esposa y madre de sus dos hijos.

"Antes de casarnos, le pedimos a Dios en el caso de ser padres de hijos varones que alguno de ellos fuera sacerdote", comentó Raúl. Tuvieron dos hijos: Raúl y Fabián. El primero finalizó la secundaria e ingresó al seminario.

Su esposa falleció tras sufrir diversas dolencias. "Graciela fue una excelente esposa, que sufrió mucho antes de partir", dijo Raúl y recordó que vivió ese momento con mucho dolor pero con la certeza de que su mujer estaba junto a Dios.

Tras su partida, Raúl decidió dedicar su vida al servicio de los demás. Con el apoyo de su hijo sacerdote y la autorización del Obispo de Río Cuarto, ingresó al seminario hace un año para completar la formación necesariahacia el sacerdocio.

En la ceremonia, prevista para esta noche en la parroquia de la Merced, participarán sus nietos.

"Antes de la muerte de mi mujer nunca pensé que podría ir al seminario y recibir la ordenación como sacerdote", aseguró Raúl y precisa que "la verdadera felicidad está centrada en el servicio a las personas más necesitadas, en tender una mano y acompañar a las personas enfermas o que atraviesan alguna circunstancia especial".

"Aún tengo sueños y proyectos como sacerdote que quiero cumplir junto a Dios", concluyó Raúl.

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