¿QUÉ ES LA IGLESIA?

IGLESIA

¿Qué es la Iglesia?

La Iglesia es una comunidad viva de personas que comparten la misma fe en Jesucristo y que han nacido a la vida espiritual por medio del Sacramento del Bautismo. El cuerpo místico de Cristo donde Él es la cabeza y nosotros los miembros. Es el Pueblo Santo de Dios que peregrina hacia el Padre Celestial.
¿Si tengo la Biblia para qué necesito a la Iglesia?

La Iglesia es la depositaria e intérprete de toda la Revelación, correríamos el riesgo de interpretar erróneamente las Escrituras si no tuviéramos en cuenta el Magisterio y la rica Tradición de la Iglesia.

Yo no veo amor en mi Iglesia

Como reza la conocida frase de S. Agustín la Iglesia es santa y prostituta. Es santa porque Cristo está permanentemente en ella y prostituta por los pecados de cada uno de sus miembros. Si contempláramos en un segundo la vida de los santos que aún en nuestros días conviven con nosotros, encontraríamos el amor de Dios esparcido en miles de hermanos nuestros que forman parte de la Iglesia, pero a veces preferimos mirar sus imperfecciones y miserias ya que siempre aquellas cosas malas hacen más "ruido" que las buenas.

¿Qué hacemos en la Misa?

La eucaristía es el centro de nuestra vida cristiana. En ella renovamos los misterios de la vida, pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. En la Eucaristía Jesús se renueva con nosotros la última cena con sus apóstoles. Cada vez que celebramos la Santa Misa Jesús se hace presente entre nosotros en forma real a través del signo del Pan y Vino consagrados que se transforman en su Cuerpo y en su Sangre.

Yo amo a Dios sin ir a la Iglesia

Nadie puede decir que ama a alguien si nunca lo visita y rechaza sus invitaciones, lo mismo sucede con nuestro Padre del Cielo si no valoramos todo lo obrado por nosotros y rechazamos su invitación al banquete de la Eucaristía cada domingo no podemos decir que lo amamos verdaderamente.

Yo creo en Dios pero no soy fanático

Está muy bien no caer en fanatismos religiosos pero vivir cristianamente y frecuentar asiduamente los Sacramentos nunca puede ser considerado como fanatismo o fundamentalismo religioso.